En el aeropuerto de Gran Canaria existe una terminal dedicada a vuelos insulares y otra al resto, entendiéndose por estos península y paises extrajeros. Es esta segunda terminal, constituida por una inmensa bóveda con superficie rectangular, a la cual se accede indistintamente desde el exterior por cualquiera de las numerosas puertas dispuestas a lo largo de uno de sus lados, lo que presenta un problema en la disposición de las puertas de embarque.
Tal y como muestra el gráfico, la numeración de las entradas de cada puerta de embarque está situada acorde a la relación de orden propia de los números naturales y dispuestos en el sentido ordinario de lectura (izquierda – derecha) Sin embargo las iniciales por las que se denota cada puerta de embarque (A, B y C) están en orden alfabético inverso. Hay que mencionar que esta disposición se extiende por una inmensa área que se tiene que recorrer a pié para llegar a la puerta de embarque deseada, entendiéndose por esta, número y letra.
Como se puede intuir ya, una circunstancian común es que un pasajero que acceda al recinto a la altura de una puerta cuya letra no coincida con la que busca, digamos que en este caso el objetivo es alcanzar la C1, este se guie por la sucesión numérica y alfabética para orientarse. Cuál es su sorpresa que tras la a B33 viene la A1 con lo que normalmente tras superar su perplejidad se ve obligado a informarse de cómo funciona este sistema de etiquetado. Finalmente averigua que tiene que recorrer todo lo andado y más para llegar a su destino, con el coste de tiempo y logística que ello implica, máxime en un entorno como el aeropuerto, donde no es extraño encontrase con márgenes de tiempo ajustados. Estamos una vez más ante un claro fallo de diseño.
Frontera de evaluación
Esta disposición no cumple las expectativas de orden, falta a las restricciones propias del mismo, no guarda analogía con el alfabeto y puede que hasta vulnere alguna convención, por lo menos la de la disposición del orden alfabético la vulnera.
Frontera de ejecución
Claramente no es eficiente este método por lo que hablamos de repercusiones en la comodidad.
La solución es bien simple, usar el orden alfabético correcto.
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